"Conseguir el agua del barrio 140 fue la primera obra no pensada desde el estado provincial, sino desde el territorio"
Dialogamos con Silvia "Gringa" Tadey para que nos cuente la historia del barrio 140 viviendas y de los procesos participativos en la Villa de Merlo.
HISTORIAS DE MERLO
6/16/20252 min read
Recibimos en "Aire Fresco" a Silvia Tadey, más conocida como "Gringa", para hablar sobre la historia del barrio 140 viviendas. Silvia es una reconocida educadora y militante social. Ella misma se definió de la siguiente manera: "Yo soy una educadora popular, antes, durante y ahora, desde los años 1970 en que me formé".
De acuerdo a lo que nos contó, el 140 (como se conoce popularmente el barrio: "El barrio fue promovido a través del FONAVI, el Fondo Nacional de la Vivienda, fundamentalmente para trabajadores del Estado y 40 familias que provenían de diferentes pueblos, de Los Molles, de Cortadera, de Santa Rosa, que no tenían vivienda, que vivían cerca de sus padres en viviendas cohabitables y que necesitaban casas justamente ante ese crecimiento que había tenido la Villa de Merlo". La impronta que le otorgaron los trabajadores públicos, se encuentra presente de manera destacada, de manera que estuvo a punto de determinar su propio nombre: "Quien impulsó la construcción del barrio fue la Asociación de Trabajadores del Estado . La mayoría de los sindicatos municipales en el país, trabajadores del Estado en general, tenían sus propios barrios. No pudimos cambiarle el nombre, un grupo quería ponerle, yo voy a contar, le queríamos poner Germán Abdala. Otras personas que eran de la comunidad querían que se llamara Barrio Parque, porque le daba un cierto estatus social, no todo el mundo entendía que era Parque por el Parque Industrial, pero bueno, popularmente es el Barrio 140. A lo mejor de acá a los 40 años le cambian el nombre los vecinos".
De acuerdo con los recuerdos de la Gringa, el principal problema que debió atravesar el barrio fue el acceso al agua, una problemática que alcanzaba a distintos sectores de la ciudad: "Había que resolver no solamente el problema del agua en el barrio 140, sino en el barrio San Agustín, que si había en ese momento un barrio popular, que era el de los oficios populares, plomeros, electricistas, albañiles, era el barrio San Agustín" . De esta manera, al luchar por resolver su problema: "el barrio fue un puntal para resolver el tema del agua en Merlo Centro, en el San Agustín, en el 140".
Por otra parte, remarcó que el espíritu de aquel Merlo era el de la participación ciudadana, que llevó a comienzos de la década del 2000 a que se implementaran un ejercicio de presupuesto participativo. Remarcó que si bien existían diferencias políticas muy marcadas, primaba una mirada que apuntaba al bien común: "No había una cerrazón y no nos decíamos a nosotros mismos: no, con el Intendente no se puede conversar. Decíamos: a ver, el Intendente tiene sus limitaciones porque le desbordó la problemática, pero a qué está dispuesto ¿Qué ponía el Intendente? Los recursos municipales, que eran pocos, no eran los millones y millones y millones que uno lee, que ahora tiene Merlo". De la misma manera, continuó: "Era un Merlo muy pequeño, con imposibilidades concretas, pero con una voluntad política".
Sin embargo, esto no significa que no existieran tensiones o dificultades: "Estamos hablando de un Merlo diferente pero que también tenía las tensiones. ¿Por qué? Porque el barrio 140 vino a poner en cuestión la percepción popular de qué era el barrio de los que no agarraban la pala. Era el barrio que te regalaban las casas. Claro. Que ahí vivía gente que no pagaba nunca, que ahí vivía gente que no le gustaba trabajar. La mayoría trabajamos en el Estado." Pero concluyó recordando: "fuimos los vecinos los que construimos a pico y pala la red de agua conectando la Pepe Mercau hasta las piletas de Cerro de Oro".