“El Merlo de antes era más de puertas abiertas, de corazón, brindándose en todo sentido”
Erica Mercau pasó por el programa "Aire Fresco" para hablar de su vida y de la historia de Merlo.
HISTORIAS DE MERLO
10/15/20253 min read
En la columna "Historia de los Barrios" recibimos esta semana a Erica Mercau, una reconocida docente y vecina de Merlo para hablar de su vida y la de la ciudad.
Mercau rememora su historia: "Bueno, el certificado de nacimiento dice Santa Rosa, porque acá no había especialidades cuando los partos se complicaban, así que íbamos a Santa Rosa que era el centro de mayor complejidad. Y si no, Villa Dolores, pero yo nací acá, soy de Merlo, nací acá, me crié acá, tuve la dicha de estudiar en la misma escuela en la que trabajé hasta hace seis meses, así que sí, es como muy mío el Merlo". Más allá de los avatares sanitarios, Erica también recuerda que no había jardines de infantes en aquel Merlo: "el jardín lo hice en Los Molles, en una escuelita de Los Molles que era también, Merlo no tenía jardines en esa época, en el 79, 78 no había jardines. Así que bueno, fui a Los Molles y después cuando las hermanas fundan el colegio de San Francisco, yo paso ahí con el nuevo edificio. Así que bueno, con ellas, crecí hasta séptimo en esa época y de ahí pasé al Orzali".
Erica, a través de su vida, nos cuenta sobre un Merlo pasado: "Yo soy hija única y soy hija del lechero de Merlo. Hacían el reparto primero en sulky y después, bueno, mi viejo era muy reconocido por tener una renoleta, una R6. El R6 ese era eterno y bueno, en él repartía la leche, o sea, se levantaban con mi vieja a cuatro de la mañana a ordeñar, porque no tenían ordeñadoras, nunca quisieron. Así que era ordeñar, era ordeñar, repartir la leche toda la mañana. Trabajaba mucho con los hoteles, así que bien". Aquel Merlo era muy distinto de este: "Yo siempre tengo una anécdota que digo, yo aprendí a patinar en la ruta 1".
En este sentido, rescata aquello que encuentra más valioso de aquellas épocas: "Pero lo que más extraño es la cooperación. El estar, que si le pasa al otro algo, yo, en la calle, aunque no te conozca, te ayudo a cruzar, a hacer esto, a hacer lo otro. El que se mudaba, el que se venía, estábamos pendientes de ayudarlos, de lo que tenía. Eso extraño, el Merlo de antes era más de puertas abiertas, de corazón, brindándose en todo sentido, ¿no?".
Erica no escapa a los temas más ríspidos y contesta respecto de las tensiones entre los nacidos en Merlo y aquellos que llegaron después: "Hay dos venidos a Merlo. Hay una generación que llegó en el 90, hasta el 2000, que era muy como: permiso... ¿Se puede hacer esto? ¿Les quedaría bien traer esto? Ah, ¿y cómo lo hacían ustedes? Ahí mancomunadamente traer lo que ellos traían. Y hoy por hoy yo siento que el que vino después del 2015 es: llegué yo. Pero me pasa eso, que trajeron como imponer cosas. Y está bueno que charlemos, que dialoguemos. Me pasa con la Cooperativa de Agua, con la Cooperativa de Teléfono, con las instituciones viejas, ¿viste? Que está bueno que se renueven. Pero siempre como trayendo qué cosas buenas hicieron los que estaban antes de nosotros. No cortar la historia". Y concluyó diciendo: "No éramos tan malos. Algo hicimos".
Por último, Erica nos deja sus deseos para el futuro de la Villa de Merlo: "Que siga creciendo porque es lindo. Que siga creciendo. Cuando hablas con la gente de acá y llegaba a Merlo por la ruta 5, veía los montoncitos de luces de Merlo, de Carpintería, de Cortaderas y podías identificar. Y hoy ver una sola luz que corre todo la costa, los Comechingones, que no se separa, es hermoso. Pero ya te digo, esas luces que brillen, que están buenas, pero que sea con este respeto, con esta cuestión de respetar nuestras raíces, que es lo que siempre hemos dicho".
