"La comunicación, a pesar de que estábamos todos más distantes, era más fluida"

Entrevistamos a Norma Elba Rómulo para hablar de la historia del Barrio San José y las fiestas populares que animaban a la Villa de Merlo.

HISTORIAS DE MERLO

7/7/20252 min read

En los estudios de Identia Comunitaria recibimos a Norma Elba Rómulo, vecina de la ciudad para hablar de la historia del barrio San José. Nos contó que llegó a Merlo en el año 1968 con su familia: "Yo soy de Mar del Plata. Vine a los 16 años, cuando pusieron el casino nuevo. Vinimos 40 familias de Mar del Plata a poner el casino. Era todo virgen, para mí era una aventura".

En lo que respecta a su relación con el Barrio San José nos contó: "Yo volví en el año 1979. Y estaban los del Instituto de la Vivienda y me anoté. Entonces, las chicas me dicen, no, este año no va a salir porque va a salir el [barrio] que está cerca de Vialidad, ese barrio. Recién seguro que el año que viene. Y bueno, me anoté. Estaba en ese tiempo Julio Falco. En el año 1981 me dieron la casa". De acuerdo con su recuerdo, lo primero que hicieron los vecinos fue conformar una sociedad de fomento para trabajar en el desarrollo del barrio, en la que tuvo una activa participación.

Por otra parte, nos contó cómo se decidió el nombre del nuevo barrio: "Entonces decidieron qué nombre iban a poner. Entonces pusieron papelitos, nunca me olvido en una bolsita, todos diferentes nombres. Los vecinos elegían el nombre. Y cuando sacaron el papel, era San José, que justamente mi abuelo había formado en Mar de Plata, la Sociedad de Fomento San José".

Las gestiones no eran fáciles, e implicaba un enorme esfuerzo: "Ahí empezaron, ¿cómo hacemos? Tendríamos que asfaltar la calle. Cada uno ponía un poquito como socios, ¿viste? Entonces llevábamos un plan para la municipalidad para asfaltar esas calles. A ayudar con otros beneficios que se hiciera al barrio para ayudar. Bueno, así comenzó a hacerse las calles del barrio San José".

Recordó que había en el barrio una gran cantidad de niños, por lo que se comenzó a implementar el festejo del "Día del niño": "Se daba un numerito en cada casa, cada niño, porque había chicos bebés, qué sé yo. Y, bueno, se hacía el Día del Niño. Se festejaba, se cerraba la calle esa, se ponía mesa, todas las vecinas hacían chocolate, torta, lo que sea".

Un renglón aparte merecen los recuerdos de los carnavales de aquella época: "Comencé a hacer una comparsa de todos los chicos del barrio. Compramos las telas, le hicimos toda la indumentaria, hicieron la comparsa, yo andaba en un triciclo de payasos, todas esas cosas, para todos los niños. Se juntó dinero. De ahí, después salió que hice la comparsa, pero para todos, desde grandes hasta chicos, de todos. Venían del barrio 140, del Pantanillo, ¿viste? Se prendían, todo el mundo se prendía. Entonces a la hora de la siesta, yo ensayaba con los chicos más chicos. Y a la noche, ensayaba con los chicos más grandes, y con la gente mayor. Era toda una fiesta del pueblo integrado. Integrado, popular".