"La Defensoría del Pueblo debe llevar la voz de quienes no tienen voz"

Entrevistamos a la candidata a Defensora del Pueblo, Cristina Elena Maiztegui, sobre por qué es una herramienta fundamental de nuestra democracia.

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10/20/20251 min read

La candidata a Defensora del Pueblo de la Nación, Mg. Cristina Elena Maiztegui, explicó las principales características de esta figura institucional, su origen, funciones y el proceso de selección que se encuentra en marcha.

Maiztegui recordó que el cargo de Defensor o Defensora del Pueblo “no es propio del derecho argentino”, sino que fue incorporado en 1994, con la reforma constitucional, “para acercar al pueblo, a la gente, al Estado y a la administración pública”. Subrayó que la institución “tiene que llevar la voz de los que no tienen voz” y que su tarea es “defender los derechos humanos, los derechos e intereses garantizados por la Constitución Nacional y por los tratados internacionales incorporados en 1994”.

La entrevistada destacó además que se trata de un organismo “autónomo e independiente”, con “independencia funcional garantizada”, lo que le permite ejercer su rol “sin recibir instrucciones de ninguna otra autoridad”. Según explicó, esta independencia ha sido ratificada “en distintos fallos de jurisprudencia”, que reconocen la importancia de esa autonomía para la defensa de los derechos de la población.

En cuanto al proceso de designación, Maiztegui señaló que el cargo “requiere un gran consenso político”, ya que “exige una votación de ambas cámaras del Congreso con dos tercios de los votos”, más que la requerida para un Juez de la Corte Suprema. Actualmente, hay “76 postulantes” y se espera que “el 5 de noviembre la Comisión encargada emita su dictamen”.

Sobre los requisitos, precisó que “son los mismos que para ser Senador: tener 30 años y ser argentino o argentina”. No obstante, destacó que la Ley fue “sabia al no exigir títulos específicos”, porque “quien conduzca la Defensoría tiene que tener olor a pueblo, y a veces eso no se gana en la formación académica”.

Maiztegui también se refirió a su experiencia personal: “Ser docente y ver a un chico con hambre me marcó la vida. Esa experiencia me impulsó a hacer política y gestión pública, porque desde el Estado podemos cambiar la realidad de miles de personas”.

Finalmente, expresó su entusiasmo ante el desafío: “Sería un lujo poder devolverle a la gente lo que yo he recibido en mi país”.

“La Defensoría del Pueblo debe ser el puente entre la gente y el Estado”, concluyó.